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Pan de pueblo

3,504,95 IVA incluido

Auténtico pan de pueblo elaborado de manera 100% artesanal en horno de leña.

  • Pequeño: pesa aproximadamente 1/2 kg.
  • Grande: pesa aproximadamente 1 kg.

Comprar pan de pueblo

Pan de pueblo, el pan de verdad, el pan de toda la vida, ese es este pan.

El panadero viene cada día a nuestra carnicería a traernos pan recién hecho y cada día me recuerda lo mismo:

“María por favor, tienes que decirle a todos tus clientes que este pan está hecho en horno de leña, por favor”.

Se le nota orgulloso de su trabajo artesano y qué menos que intentar transmitiros un poquito de su entusiasmo antes de que añadas al carrito esta delicia. Pero antes de hablarte de lo que significa el buen pan para mí, voy a dejar por aquí la información básica de este extraordinario producto:

¿Cómo es este pan de pueblo?

Es redondo, tal y como lo ves en la foto. Un pan con una corteza fina y una miga densa. Para mí, el mejor pan del mundo.

Peso del pan de pueblo

 

Tenemos disponibles dos tamaños:

  • Pequeño: pesa aproximadamente medio kilo.
  • Grande: pesa aproximadamente un kilo.

Envío del pan de pueblo

Enviamos el pan de pueblo en tu pedido de carne a través de Seur frío. De esta manera se conserva súper bien para que puedas disfrutarlo al día siguiente en tu casa.

Te cuento el proceso: el panadero nos trae tu pan recién hecho, nosotros lo añadimos a tu pedido y al día siguiente lo tienes en casa. Vas a recibir el pan al día siguiente de su elaboración pero al ir en transporte en frío constante se conserva súper bien y a tratarse de un pan de alta calidad, aguanta de maravilla entre 3 y 4 días. Pero te voy a dar algunos consejos para su conservación:

Conservar el pan de pueblo


Cuando llegue tu pedido, si no vas a consumir el pan ese día yo te recomiendo que hagas esto: córtalo en rebanadas y congélalas envueltas en papel film
. De esta manera, cuando quieras, puedes sacarlas y meterlas directamente en el tostador para tener unas tostadas de campeonato. Para mí, son las mejores tostadas del mundo. También puedes utilizar estas rebanadas para preparar tostas con embutido, queso… Verás que es un pan muy contundente que no se “rompe” al tostarlo.

Si no quieres congelar el pan, te recomiendo que lo envuelvas en papel film. Verás que cuando te llegue el pan todavía conserva el “crujiente” de su corteza pero según pasan los días, ésta se irá ablandando. Para mí esto no es un problema, me encanta así también.

Personalmente, me encanta este pan

Siempre he admirado a los panaderos y siempre me ha parecido que su trabajo no estaba bien valorado, sobre todo, porque me encanta el pan y para mí, vale mucho más de lo que cuesta.

Cuando era pequeña siempre pasaba mis veranos en Peñaranda de Bracamonte, donde tenemos una de nuestra carnicerías (la original, la primera, la de mi padre Guillermo). Como mis padres se iban pronto a trabajar, yo desayunaba siempre con mi abuelo Remigio en su cafetería. Recuerdo que cada día, el primero en llegar a la cafetería era el panadero. Se notaba que iba a otro ritmo, él no tenía los ojos hinchados por el sueño, él llevaba ya horas “danzando”. Repartía por bares y casas el pan que llevaba horas elaborado.

Y elaboraba este pan: el pan de pueblo. Mi abuelo, nunca me dejaba acercarme al pan hasta la hora de comer, si se despistaba nos quedábamos sin pan para la comida. Recuerdo que mi abuelo cortaba el pan de pueblo con maestría, con su cuchillo y una sola mano conseguía una rebanada perfecta, como cortada con puntero láser. Yo, sin embargo, no era capaz de algo semejante y cuando “pillaba por banda” el pan, los destrozaba con un torpe pellizco, por eso, siempre le pedía a mi abuelo que me lo cortara. ¡Qué ricos estaban los huevos fritos en casa de mis abuelos con pan de pueblo!

¿Panaderos o superhéroes?

PANADEROS-O-SUPERHEROS

Mi abuelo me contaba que el panadero se despertaba a las 4 de la mañana para empezar a preparar el pan y yo alucinaba. Alucinaba porque para mí, madrugar tanto era un capacidad digna de superhéroes, no del panadero que hacía el reparto cada día.

El caso es que por aquella época el pan costaba 50 pesetas (30 céntimos de euro). Y a mí no me entraba en la cabeza que algo tan rico y que llevaba tanto trabajo, costara tan poco. El precio de entonces ya es historia pero el de ahora me sigue pareciendo baratísimo para el trabajo y dedicación que tiene detrás. Sobre todo, porque en Madrid directamente no lo encuentro, al precio que sea. Ahora se han puesto de moda muchísimas panaderías “monísimas” y como amante del buen pan yo he probado muchas de ellas pero no he dado con un pan como el pan de pueblo de toda la vida.

No estoy sola

Sé que no estoy sola en esto. Lo sé porque llevamos meses “regalando” este pan de pueblo en los pedidos superiores a 120€ y desde que lo hacemos, hemos recibido decenas de mensajes pidiendo que subamos este producto a la web y lo han hecho con mensajes tan bonitos como estos:

Mensajes y opiniones sobre el pan de pueblo de La Carnicería de Salamanca.

Una curiosidad

Mientras escribo este texto, he llamado a mi tía Manoli para “documentarme” y me ha contado que cuando ella era pequeña iba cada día a la panadería con una tarja.

¿Qué es una tarja? o mejor dicho: ¿qué era una tarja?

Resulta que cuando ella era pequeña, iba a la panadería y el panadero le daba a cada familia una especie de “vara de madera” que el panadero marcaba cada vez que recogía un pan y cuando se completaba, era cuando se pagaban todos los panes de golpe. Me encantan estas curiosidades.

 

Te dejo por aquí una foto de una tarja:

TARJA-MARCAS-PARA-COMPRAR-PAN

¿Qué es una tarja? Una tarja es una vara de madera que antiguamente, los panaderos marcaban cuando comprabas un pan y cuando se completaba, pagabas todos juntos.

Tamaño

Pequeño (1/2 kg), Grande (1 kg)

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