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El banco de la paciencia
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¿Reconoces este banco? Si la respuesta es afirmativa seguro que esto te interesa.
Cuando decidimos crear esta página web en la que te encuentras, nuestra mayor preocupación era transmitir lo que se siente al entrar en cualquiera de las Carnicerías de Guillermo. Lo que siente una clienta al comprar en nuestras tiendas. Lo cierto es que este banco representa mucho de eso.
En nuestra carnicería de Peñaranda de Bracamonte, siempre ha existido un banco para nuestros clientes. En invierno está dentro de la tienda y en verano está en la calle, en frente de nuestro escaparate y bajo los soportales de la Plaza de la Constitución. En nuestra carnicería de Salamanca tratamos de “trasladar” ese banco para conservar la esencia de un negocio centenario.
En ocasiones, mi madre ha recibido suculentas ofertas de compra de este banco (es una antigüedad de la que muchos se enamoran) pero no está en venta. En este banco hemos crecido no sólo mi hermana y yo, también lo han hecho muchos de los hijos de nuestros clientes. Mientras sus padres hacían la compra, ellos se entretenían sentaditos (los más obedientes) y enredando con la barandilla de entrada (los más “moviditos”). Mª Paz, siempre pendiente de ellos, los agasaja con cualquiera de sus productos. No falla, ni iPad ni iPod, con una loncha del lomo de bellota o un taquito del mejor jamón (depende lo que tenga entre manos en ese momento) consigue que cualquier niño se porte bien. ¡Vaya mano!
No sólo han crecido niños, sino que también es la “parada en boxes” de muchas otras personas que a mitad de jornada de compras necesitan darle descanso a sus rodillas. Este es su lugar.
Además, ha servido como punto de encuentro de personas que se han conocido en nuestra carnicería, en ese banco se han forjado amistades de barrio, vecinos que sólo se conocían de vista y que en nuestra tienda han debatido sobre cualquier tema de actualidad. Muchos se han convertido en buenos amigos.
Si te has sentado en nuestro banco para esto o simplemente para esperar pacientemente tu turno te queremos dar las gracias, por tu confianza, por tus visitas, por tu tiempo de paciencia.
Queremos que nuestro blog y nuestras redes sociales hagan de “banco de la paciencia” para nuestros clientes online. Por eso, te recomendamos que nos sigas en Instagram, Facebook y por supuesto en este blog. Compartiremos recetas, viajes y un poquito de humor.
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El banco de la paciencia
¿Reconoces este banco? Si la respuesta es afirmativa seguro que esto te interesa.
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En nuestra carnicería de Peñaranda de Bracamonte, siempre ha existido un banco para nuestros clientes. En invierno está dentro de la tienda y en verano está en la calle, en frente de nuestro escaparate y bajo los soportales de la Plaza de la Constitución. En nuestra carnicería de Salamanca tratamos de “trasladar” ese banco para conservar la esencia de un negocio centenario.
En ocasiones, mi madre ha recibido suculentas ofertas de compra de este banco (es una antigüedad de la que muchos se enamoran) pero no está en venta. En este banco hemos crecido no sólo mi hermana y yo, también lo han hecho muchos de los hijos de nuestros clientes. Mientras sus padres hacían la compra, ellos se entretenían sentaditos (los más obedientes) y enredando con la barandilla de entrada (los más “moviditos”). Mª Paz, siempre pendiente de ellos, los agasaja con cualquiera de sus productos. No falla, ni iPad ni iPod, con una loncha del lomo de bellota o un taquito del mejor jamón (depende lo que tenga entre manos en ese momento) consigue que cualquier niño se porte bien. ¡Vaya mano!
No sólo han crecido niños, sino que también es la “parada en boxes” de muchas otras personas que a mitad de jornada de compras necesitan darle descanso a sus rodillas. Este es su lugar.
Además, ha servido como punto de encuentro de personas que se han conocido en nuestra carnicería, en ese banco se han forjado amistades de barrio, vecinos que sólo se conocían de vista y que en nuestra tienda han debatido sobre cualquier tema de actualidad. Muchos se han convertido en buenos amigos.
Si te has sentado en nuestro banco para esto o simplemente para esperar pacientemente tu turno te queremos dar las gracias, por tu confianza, por tus visitas, por tu tiempo de paciencia.
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